Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

viernes, 26 de junio de 2015

Soros, la sucia historia de corrupción de un oligarca en Ucrania

Soros, la sucia historia de corrupción de un oligarca

Traducción exclusiva de disidencia.info del artículo de New Eastern Outlook.

Autor: F. William Engdahl



Es raro que el mundo ponga su mirada dentro del mundo corrupto de los oligarcas occidentales y las descaradas manipulaciones que utilizan para mejorar sus fortunas a expensas del bien público.

Lo siguiente viene respecto del multimillonario y especulador de origen húngaro, ahora nacionalizado norteamericano, George Soros [1]. El grupo de hackers CyberBerkut ha publicado emails supuestamente escritos por Soros que le revelan no sólo como el titiritero del régimen de Ucrania respaldado por Estados Unidos.También revelan sus maquinaciones con el Gobierno de Estados Unidos y funcionarios de la Unión Europea en un esquema donde, si tiene éxito, podría ganar miles de millones con el saqueo de los activos de Ucrania. Todo, por supuesto, sería a costa de los ciudadanos de Ucrania y de los contribuyentes de la UE.

Lo que los tres documentos hackeados revelan es un grado de manipulación detrás de la escena que llega hasta de los más mínimos detalles del régimen de Kiev por el multimillonario de Nueva York.

En la nota más larga, del 15 de marzo de 2015 y marcada como "confidencial", Soros esboza un mapa detallado de las acciones para el régimen de Ucrania. Bajo el título, "Una estrategia integral de corto y medio plazo para la nueva Ucrania", la nota de Soros pide medidas para "restaurar la capacidad de lucha de Ucrania sin violar el acuerdo de Minsk." Para hacer la restauración, Soros señala alegremente que "el general Wesley Clark, el general polaco Skrzypczak y algunos especialistas bajo los auspicios del Consejo del Atlántico asesorarán al Presidente Poroshenko sobre cómo restaurar la capacidad de lucha de Ucrania sin violar el acuerdo de Minsk. "

Soros también pide el suministro de armas letales a Ucrania y en secreto la formación de personal del ejército ucraniano en Rumanía para evitar una presencia directa de la OTAN en Ucrania. El Consejo del Atlántico es un principal think thank pro-OTAN en Washington.

Notablemente, Wesley Clark es también un socio de negocios de Soros en BNK Petroleum, que opera en Polonia.

Clark, algunos se acordarán de él, fue el general de la OTAN mentalmente inestable a cargo del bombardeo de Serbia de 1999 que ordenó a los soldados de la OTAN disparar contra los soldados rusos que vigilaban el Aeropuerto Internacional de Pristina. Los rusos estaban allí como parte de una operación de mantenimiento de la paz acordada de forma conjunta entre la OTAN y Rusia que se suponía estaba manteniendo el orden en Kosovo. El comandante británico, el general Mike Jackson se lo negó a Clark replicando: "No voy a empezar la Tercera Guerra Mundial para usted." Ahora Clark aparentemente decidió salir de su retiro por la oportunidad de ir a por Rusia directamente.

Apropiación de activos

En su nota del 03/2015 Soros escribe además que para Poroshenko, el presidente de Ucrania, la "primera prioridad debe ser recuperar el control de los mercados financieros", al cual asegura que Soros estaría listo a ayudarle a ello: "Estoy listo para llamar a Jack Lew del Tesoro de EE.UU para sondear acerca del acuerdo de intercambio ".

También insta a la UE a ofrecer a Ucrania una ayuda anual de 11.000 millones de euros a través de un mecanismo especial de préstamos de la UE. Soros propone en efecto usar la calificación crediticia "AAA" de la UE para proporcionar un seguro de riesgo para las inversiones en Ucrania.

¿Qué riesgo aseguraría la UE?

Soros detalla, "estoy dispuesto a invertir hasta 1000 millones de euros en empresas ucranianas. Esto es probable que atraiga el interés de la comunidad inversora. Tal y como se indicó anteriormente, Ucrania debe convertirse en un destino atractivo para las inversiones." Para no dejar lugar a dudas, Soros continúa: "Las inversiones serán con fines de lucro, pero voy a comprometerme a aportar los beneficios a mis fundaciones. Esto debería disipar las sospechas que defiendo políticas en busca del beneficio personal. "

Para cualquiera que esté familiarizado con la historia de las fundaciones Open Society de Soros en Europa del Este y en todo el mundo desde finales de los 80, sabrá que sus proyectos en Polonia, Rusia o Ucrania en la década de 1990, supuestamente filantrópicos para la "construcción de la democracia" permitieron a Soros el hombre de negocios saquear literalmente los antiguos países comunistas utilizando mesías de "terapia de choque" de la Universidad de Harvard y del asociado de Soros, Jeffrey Sachs, para convencer a los gobiernos post-soviéticos de privatizar y abrirse a un "mercado libre" de golpe, en lugar de hacerlo de forma gradual.

El ejemplo de Soros en Liberia es instructivo para la comprensión de la interacción aparentemente sin fisuras entre Soros el astuto hombre de negocios y el filántropo. En África Occidental George Soros respaldó una ex empleada suya de la Open Society, la presidenta liberiana Ellen Johnson Sirleaf, dándole publicidad internacional y a través de su influencia, incluso amañándole un Premio Nobel de la Paz en 2011, asegurando su elección como presidenta. Antes de su presidencia había sido bien adoctrinada en el juego del libre mercado occidental, estudiando economía en Harvard y trabajando para el Banco Mundial controlado por Estados Unidos en Washington y el Rockefeller Citibank en Nairobi. Antes de convertirse en presidenta de Liberia, trabajó para Soros directamente como presidenta de la Open Society Initiative for West Africa (OSIWA).

Una vez en el cargo, el presidente Sirleaf abrió las puertas para Soros para hacerse cargo de los principales activos de metales de oro de Liberia y de base, junto con su socio, Nathaniel Rothschild. Uno de sus primeros actos como presidente fue también invitar al nuevo Comando África del Pentágono, AFRICOM, en Liberia, cuyo propósito, como una investigación de Liberia reveló, era "proteger las operaciones mineras de George Soros y Rothschild en África Occidental en lugar de promocionar la estabilidad y los derechos humanos. "

Naftogaz, el objetivo

La nota de Soros deja claro que tiene sus ojos en el monopolio estatal de gas y energético ucraniano Naftogaz. Él escribe: "La pieza central de las reformas económicas será la reorganización de Naftogaz y la introducción de precios de mercado para todas las formas de energía, sustituyendo los subsidios ocultos ..."

En una carta anterior, Soros escribió en diciembre de 2014 al presidente Poroshenko y al primer ministroYatsenyuk, pidiendo abiertamente su terapia de choque: "Quiero hacerles un llamamiento a ustedes a unirse detrás de los reformadores de su gobierno y dar su apoyo incondicional a un enfoque radical, tipo "big bang". Es decir, los controles administrativos serían eliminados y la economía se movería a precios de mercado rápidamente y no poco a poco ... Naftogaz necesita ser reorganizado con una gran explosión reemplazando los subsidios ocultos ... "

La división de Naftogaz en compañías separadas podría permitir a Soros tomar el control de una de las nuevas sucursales y esencialmente privatizar sus ganancias. Él ya sugirió que indirectamente trajo de Estados Unidos la empresa de consultoría McKinsey para asesorar a Naftogaz sobre la privatización "big bang".

¿El titiritero?

La totalidad de lo que se revela en los tres documentos hackeados muestran que Soros es efectivamente el titiritero tirando de la mayoría de los hilos en Kiev. La rama en Ucrania de la Fundación Soros, la International Renaissance Foundation (IRF) lleva operando en Ucrania desde 1989. Su IRF repartió más de 100 millones de dólares a ONGs ucranianas dos años antes de la caída de la Unión Soviética, creando las condiciones previas para la independencia de Ucrania de Rusia en 1991. Soros también admitió la financiación de las protestas de la Plaza Maidan 2013-2014 que llevaron al poder al actual gobierno.

Las fundaciones de Soros también estuvieron profundamente involucradas en la Revolución Naranja de 2004 que trajo al corrupto pero pro-OTAN Viktor Yushchenko al poder con su esposa estadounidense que había estado en el Departamento de Estado de Estados Unidos. En 2004, apenas unas semanas después de la IRF de Soros hubiese tenido éxito en poner a Viktor Yushchenko como presidente de Ucrania, Michael McFaul escribió un artículo de opinión para el Washington Post. McFaul, especialista en la organización de revoluciones de color, que más tarde se convirtiría en el embajador estadounidense en Rusia, reveló que:
¿Los estadounidenses se inmiscuyeron en los asuntos internos de Ucrania? Sí. Los agentes estadounidenses de influencia preferirían usar palabras diferentes para describir sus actividades - asistencia democrática, promoción de la democracia, apoyo de la sociedad civil, etc. - pero su trabajo, independientemente de como se etiquetase, trata de influir en el cambio político en Ucrania. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la Fundación Nacional para la Democracia y algunas otras fundaciones patrocinaron ciertas organizaciones estadounidenses, incluyendo Freedom House, el Instituto Republicano Internacional, el Instituto Nacional Demócrata, el Centro de Solidaridad, la Fundación Eurasia, Internews y otros para proporcionar pequeñas donaciones y asistencia técnica a la sociedad civil ucraniana. La Unión Europea, los países europeos individualmente y la financiada por Soros International Renaissance Foundation hicieron lo mismo.

Soros da forma a la "Nueva Ucrania"

Hoy los documentos hackeados por el CyberBerkut muestran que el dinero de la fundación IRF de Soros está detrás de la creación de un Consejo Nacional de Reforma, un cuerpo organizado por decreto presidencial de Poroshenko que permite al presidente de Ucrania impulsar proyectos de ley a través de la legislatura de Ucrania. Soros escribe, "también ha surgido el marco para juntar los distintos poderes del Estado en uno. El Consejo Nacional de Reforma (NRC) reúne a la administración presidencial, el gabinete de ministros, la Rada (Parlamento) y sus comités y sociedad civil. La IRF que es la rama ucraniana de las Fundaciones Soros era el único sostén económico de la NRC hasta ahora ... "

El Consejo Nacional de Reforma de Soros, en efecto, es el vehículo para permitir que el Presidente pueda anular el debate parlamentario para impulsar "reformas", siendo declarada como principal prioridad la privatización de Naftogaz y el aumento de los precios del gas de manera drástica a la industria y los hogares de Ucrania, algo que un país en bancarrota a duras penas se puede permitir.

En su carta a Poroshenko y Yatsenyuk, Soros sugiere que jugó un papel clave en la selección de los tres ministros no ucranianos clave -Natalia Jaresko, una ex funcionaria del Departamento de Estado estadounidense como ministra de Finanzas; Aivras Abromavicius de Lituania como ministro de Economía, y un ministro de Salud de Georgia. Soros en su carta de diciembre de 2014, refiriéndose a su propuesta de una privatización "explosiva" de Naftogaz y la subida de precios, afirma: "Tú tienes la suerte de haber nombrado a tres ministros nuevos ucranianos y varios nativos (sic) que están comprometidos con este enfoque ".

En otros lugares, Soros habla de crear de facto la impresión dentro de la UE de que el actual gobierno de Yatsenyuk finalmente está limpiando la notoria corrupción que ha dominado todos los regímenes de Kiev desde 1991. La creación de esa ilusión de reforma temporal, él comenta, convencerá a la UE para soltar el fondo de 11.0000 millones de euros en seguros de inversión anual. Su nota de marzo de 2015 dice que, "Es esencial para el gobierno el producir una demostración visible (sic) durante los próximos tres meses con el fin de cambiar la imagen ampliamente predominante de Ucrania como un país totalmente corrupto". Eso afirma, abrirá la UE a entregar el fondo de inversión de 11.000 millones de garantía de seguros.

Mientras está diciendo que es importante mostrar a Ucrania como un país que no es corrupto, Soros revela que tiene poco interés cuando la transparencia y los procedimientos adecuados bloquean su agenda. Hablando de sus propuestas para reformar la Constitución de Ucrania para que las privatizaciones y otras medidas que le gustan a Soros, se queja, "El proceso se ha ralentizado por la insistencia de la recién elegida Rada acerca de procedimientos adecuados y una transparencia total".

Soros sugiere que tiene la intención de crear esta "demostración visible" a través de sus iniciativas, como el uso del Consejo Nacional de Reforma financiado por Soros, un cuerpo creado por decreto presidencial que permite al presidente de Ucrania impulsar proyectos de ley a través de la legislatura de Ucrania.

George Soros también está utilizando su nuevo think thank, el European Council on Foreign Relations, para impulsar su estrategia en Ucrania con miembros como Alexander Graf Lambsdorff, Joschka Fischer o Karl-Theodor zu Guttenberg, por no hablar de ex jefe del BCE, Jean-Claude Trichet, sin duda, con un sutil papel.

George Soros, ahora de 84 años, nació en Hungría como judío, George Sorosz. Soros se jactó una vez en una entrevista de televisión de que durante la guerra se hizo pasar por un gentil con documentos falsos, ayudando al gobierno de Horthy a embargar los bienes de otros judíos húngaros que estaban siendo enviados a los campos de exterminio nazis. Soros dijo al moderador de televisión, "No tenía sentido que yo no debiese estar ahí, porque eso era bueno, en realidad era divertido, es igual que en los mercados, si yo no estuviera allí y no lo hubiera hecho, otro lo hubiera hecho ".

Esta es la misma moralidad aparentamente detrás de las actividades de Soros en Ucrania hoy en día. De nuevo parece no importarle que el gobierno de Ucrania al que ayudó a llegar al poder en febrero de 2014 con el golpe de Estado de Estados Unidos está plagado de antisemitas y neonazis declarados del Partido Svoboda y Pravy Sektor. George Soros es claramente un devoto de la colaboración "público-privada." Sólo que aquí el público es esquilmado para enriquecer a los inversores privados como el señor Soros y sus amigos. Cínicamente, Soros firma su estrategia en Ucrania como "George Soros-Un defensor autoproclamado de la nueva Ucrania, 12 de marzo de 2015."

NOTAS

[1] Este señor entre otras cosas es el que se fundió al Banco de Inglaterra ganando más de 1000 millones de libras esterlinas del año 92 en el proceso, mediante la venta de sus posiciones en libras a corto. Soros es uno de esos actores internacionales que puede reventar un sistema simplemente con hablar por teléfono

lunes, 22 de junio de 2015

Las corporaciones y su secreta toma del control

Por Joseph E. Stiglitz*

Estados Unidos y el mundo están imbuidos en un gran debate sobre los nuevos acuerdos comerciales. Tales pactos solían ser llamados “acuerdos de libre comercio”; en los hechos, eran acuerdos comerciales gestionados, es decir, estaban adaptados a la medida de los intereses corporativos, que en su gran mayoría se encontraban localizados en EE.UU. y la Unión Europea. Hoy en día, con mayor frecuencia, tales tratos se denominan como “asociaciones”; por ejemplo, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP). Sin embargo, dichos acuerdos no son asociaciones entre iguales: EE.UU. es quien, de manera patente, dicta los términos. Afortunadamente, los “socios” de Estados Unidos son cada vez más obstinados.

No es difícil ver por qué. Estos acuerdos van mucho más allá del comercio, ya que también rigen sobre la inversión y la propiedad intelectual, imponiendo cambios fundamentales a los marcos legales, judiciales y regulatorios de los países, sin que se reciban aportes o se asuman responsabilidades a través de las instituciones democráticas.

Tal vez la parte más odiosa – y más deshonesta – de esos acuerdos es la concerniente a las disposiciones de protección a los inversores. Por supuesto, los inversores tienen que ser protegidos contra los gobiernos defraudadores que incautan sus bienes. Sin embargo, dichas disposiciones no se relacionan a ese punto. Se realizaron muy pocas expropiaciones en las últimas décadas, y los inversores que quieren protegerse pueden comprar un seguro del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones, una filial del Banco Mundial; además, el gobierno estadounidense y otros gobiernos proporcionan seguros similares. No obstante, EE.UU. demanda que se incluyan tales disposiciones en el TPP, a pesar de que muchos de sus “socios” tienen sistemas de protección de la propiedad y sistemas judiciales que son tan buenos como los propios estadounidenses.

La verdadera intención de estas disposiciones es impedir la salud, el cuidado del medio ambiente, la seguridad, y, ciertamente, incluso tienen la intensión de impedir que actúen las regulaciones financieras que deberían proteger a la propia economía y a los propios ciudadanos de Estados Unidos. Las empresas pueden demandar en los tribunales a los gobiernos, pidiéndoles recibir compensación plena por cualquier reducción de sus ganancias futuras esperadas, que sobreviniesen a consecuencia de cambios regulatorios.

Esto no es sólo una posibilidad teórica. Philip Morris ha demandado judicialmente a Australia y Uruguay por exigir etiquetas de advertencia en los cigarrillos. Es cierto, que ambos países fueron un poco más allá en comparación con EE.UU., ya que obligaron a los fabricantes de cigarrillos a incluir imágenes gráficas que muestran las consecuencias del consumo de cigarrillos.

El etiquetado está logrando su cometido, ya que es desalentador para los fumadores y disminuye el consumo de cigarrillos. Así que ahora Philip Morris exige indemnizaciones por la pérdida de ganancias.

En el futuro, si descubrimos que algún otro producto causa problemas de salud (por ejemplo, pensemos en el asbesto), los fabricantes en lugar de enfrentar demandas judiciales por los costos que nos impone a nosotros las personas comunes, podrían demandar a los gobiernos porque dichos gobiernos estuviesen tratando de evitar que se maten a más personas. Lo mismo podría suceder si nuestros gobiernos imponen regulaciones más estrictas para protegernos de los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cuando presidí el Consejo de Asesores Económicos del presidente Bill Clinton, los grupos anti-ambientalistas intentaron promulgar una disposición similar, denominada “expropiaciones regulatorias”. Ellos sabían que una vez promulgada, las regulaciones se frenarían, simplemente porque el gobierno no podía permitirse el lujo de pagar las compensaciones. Afortunadamente, tuvimos éxito y ganamos la batalla: hicimos que esta iniciativa retrocediese, tanto en los tribunales judiciales como en el Congreso de Estados Unidos.

No obstante, ahora los mismos grupos están intentando realizar una triquiñuela para pasar por alto los procesos democráticos mediante la inserción de tales disposiciones en las facturas comerciales, ya que el contenido de las mismas se mantiene, en gran medida, en secreto para el público (pero no para las corporaciones que están presionando para conseguir dichas inserciones). Es sólo a consecuencia de fugas de información, y mediante charlas con los funcionarios del gobierno que parecen estar más comprometidos con los procesos democráticos que llegamos a conocer lo que está pasando.

Es fundamental que el sistema de gobierno de Estados Unidos cuente con un poder judicial imparcial y público, con normas legales construidas a lo largo de décadas, que se basen ​​en principios de transparencia, precedentes y en las oportunidades que otorgan a los litigantes para que apelen las decisiones desfavorables. Todo esto está siendo dejado de lado, ya que los nuevos acuerdos exigen que las partes se sometan al arbitraje, que es un proceso privado, no-transparente, y muy caro. Es más, esta forma de administración de justicia está a menudo plagada de conflictos de intereses; por ejemplo, los árbitros pueden ser “jueces” en un caso y defensores en un caso relacionado.

Los procesos judiciales son tan caros que Uruguay ha tenido que recurrir a Michael Bloomberg y a otros estadounidenses ricos, quienes están comprometidos con la salud, para poder defenderse en el juicio planteado por Philip Morris en su contra. Y, si bien las corporaciones pueden demandar, otros no pueden. Si hay una violación de otros compromisos – en lo referido a las normas laborales y ambientales, por ejemplo – los ciudadanos, sindicatos y grupos de la sociedad civil no tienen recursos legales mediante los cuales puedan apersonarse para plantear juicios.

Si alguna vez en la historia hubo un mecanismo de solución de controversias que sólo toma en cuenta a una de las partes y que viola los principios básicos, este es dicho mecanismo. Es por esto que me uní a líderes expertos en asuntos legales en EE.UU., incluyéndose entre ellos a profesionales de las Universidades de Harvard, Yale y Berkeley, en el envío de una carta al presidente Barack Obama explicándole cuán perjudiciales son estos acuerdos para nuestro sistema de justicia.

Los partidarios estadounidenses de tales acuerdos señalan que EE.UU. han sido demandado solamente un par de veces hasta ahora, y no ha perdido un solo caso. Las corporaciones, sin embargo, apenas están empezando a aprender cómo utilizar estos acuerdos para su beneficio.

Y los abogados corporativos de alto costo en EE.UU., Europa y Japón probablemente superen a los deficientemente remunerados abogados de los gobiernos, quienes intentan defender el interés público. Peor aún, las corporaciones de los países avanzados pueden crear filiales en los países miembros a través de las cuales invierten nuevamente el dinero en sus países de origen y posteriormente plantean demandas judiciales, lo que les brinda un nuevo canal para bloquear las regulaciones.

En caso de que hubiera una necesidad de mejorar la protección de la propiedad, y en caso de que este mecanismo privado y caro para la resolución de controversias fuese superior a un poder judicial público, deberíamos estar cambiando la ley no sólo para las adineradas empresas extranjeras, sino también para nuestros propios ciudadanos y pequeñas empresas. Pero nada indica que este sea el caso.

Las reglas y regulaciones determinan en qué tipo de economía y sociedad viven las personas. Dichas reglas y regulaciones afectan el poder de negociación relativo, con importantes implicaciones para la desigualdad, que es un problema creciente en todo el mundo. La pregunta es si debemos permitir que las corporaciones ricas usen disposiciones ocultas en los llamados acuerdos de comercio para dictar cómo vamos a vivir en el siglo XXI. Espero que los ciudadanos en EE.UU., Europa, y el Pacífico respondan con un rotundo no.

*Premio Nobel de Economía

Traducido del inglés por Rocío L. Barrientos.

Fuente.